16.11.05
Entrevista
Nos encontramos en un pequeño café de algún barrio céntrico del mundo. Mi entrevistado asi lo propuso y accedí. Luego diría que "él siempre quiso tener un bar recurrente" pero que nunca lo logró; Siempre vivió en el barrio y alli no estan los bares que a él le gustan, con ventanas que muestran como un televisor sin tandas publicitarias, las calles transitadas.
Llega puntual y pide un café. Conversamos unos minutos sobre el tiempo y me pregunta si el volumen de la radio no se va a meter en mi pequeño grabador. Parece ansioso por darme esta entrevista que estoy esperando hace varios días. Mientras conversamos examina el lugar y cada tanto me mira fijo a los ojos mientras continúa hablando, son sólo unos segundos y luego vuelve a sobrevolar con la vista a la gente que toma café en el bar, que va y viene.
-¿Hace cuanto que usted...
-Por favor...podés tutearme.
-Bien...además aprovecho y reformulo.
-Las veces que quieras.
-¿Cómo te llevás con fraN?
-Bueno, nosotros somos una sola persona. Yo en este momento soy él, aunque él no esté fisicamente aquí y yo sí. Es algo muy simple: fraN duerme en este momento.
-Entonces ustedes son uno solo...yo pensaba que vos aparecías en determinados momentos...
-Sí, efectivamente es así. Yo aparezco en distintas oportunidades pero basicamente estamos unidos con un lazo que...como explicarlo...es una unión como la que tienen los hermanos gemelos pero más fuerte, creo. En ciertas ocasiones, que los dos percibimos con igual intensidad, él...ni siquiera él...los dos nos damos cuenta de que es mi turno de hacerme cargo de la situación. Simplemente yo manejo mejor esos momentos o por lo menos eso hemos convenido y nos resulta bastante cómodo.
-¿cómo es ser la "verguenza" de fraN? sin que se entienda como que a él le averguen...
-No, no..entiendo perfectamente. Basicamente es un trabajo como cualquier otro. Como te decía, hay situaciones en las cuales es dificil manejar....
La verguenza de fraN hace una pausa y se queda mirando un punto invisible...mientras saca uno de sus cigarrillos. Uno de los tantos que fumaría durante la entrevista y continúa...
-Todo se reduce a una ecuación muy simple: fraN puede hacerse cargo del ridículo buscado.
Es...a ver...como que...tiene la capacidad, o por lo menos él lo cree así, de ponerse facilmente en ridículo. Pero como le pasa a algunas personas, muchas veces jugando ese papel sigue manteniendo el control
de la situación. Y sino es así, utiliza ese recurso para hacerlo. Es un ejercicio complejo y difícil que muchas veces no sale bien. Una especie de táctica o estrategia. En algunos casos funciona bien...y en otros (risas)
-Y ahí entrás vos.
-Claro. Cuando la situación se sobrecarga, se satura, o fraN se da cuenta de que no están dadas
las condiciones, que no existe el contráto implícito de que "alguien está haciendo el ridículo", el se retráe y entro yo. Basicamente mi rol se reduce a estar ahi y a mantenerme inflexible en esa situación. Yo soy el que decide que cambios hay que introducir o cual será la alternativa a seguir.
Llega el café y me da la sensación de que la verguenza de fraN me está diciendo todo lo que yo sabía que iba a escuchar pero que no estoy encontrando nada nuevo. Como si se mantuviera cerrado el cofre en donde están las arterias que espero transitar.
-Bien...
-Si...es como te digo. Así funcionamos.
-Me interesaría saber qué sentís vos en esas situaciones, desde qué lugar buscás las alternativas, qué te guían a la hora de...
-En realidad con fraN venimos trabajando hace muchos años. Yo basicamente tomo las decisiones que podría tomar él, pero reconoce que no puede estar controlando absolutamente todo, por que eso produce un desgaste importante, sobre todo a la hora de manipular este tipo de conflictos.
Para ponerte un ejemplo, es como un payaso: si tiene puesta su nariz roja hay una especie de
pacto con el que ríe y el que hace reir. El payaso puede ser gracioso o no. En general la gente
cada vez más esta obviando el detalle de la nariz y toma a esa persona como una entidad completa, no logra comprender el rol, el mensaje. Si el chiste el malo, ese payaso es un idiota y por ende esa persona lo és. Y asi resumen todo, simplificándolo hasta la idiotez. Algo que,
paradójicamente, para el payaso en general, es bastante simple de entender, porque justamente
trabaja sobre el ridículo: la abolición de la verguenza.
Yo...más bien nosotros, no estamos a esa altura. Hacemos el ridículo sin nariz pero no nos gusta
hacer el ridículo cuando no estamos haciendo el ridículo. El otro, el espectador, el receptor casual juzga y el juicio negativo debilita. El payaso maneja eso con más o menos soltura,
nosotros llegamos a la conclusión de que necesitabamos a alguien más para hacerse cargo de ese
aspecto.
-¿Y vos de qué estás hecho?
-Es dificil hablar de uno mismo. Yo creo que basicamente soy el que analizo. Cuando llega el
comentario, la mirada que desnuda, o como mínimo el "presentimiendo de que..." se crea un embrión de caos, de agujero negro. Frente a esa situación hay que desenvolver estrategias que van desde la negación, la autocompasión, o la aceptación. Aunque esta última también es compleja ya que tiene que ir, indefectiblemente, acompañada de un proceso, de un cierto desarrollo que es del que me encargo yo. Tiene distintas formas, momentos y está en constante evolución. Obviamente después hay un intercambio fluido con fraN en el cual volvemos a evaluar la situación en su complejidad y totalidad asi como los resultados obtenidos, etc. para poder complementar los recursos y mantener cierta operatividad cada vez más efectiva.
Para volver a tu pregunta, de la que me desvié un poco...
-No está bien...no hay problema.
-...te puedo decir que estoy hecho de seguridades. Justamente la inseguridad de la verguenza, de mi condición, viene de la seguridad del fracaso, del ridículo no buscado y efectivamente logrado. En el momento en que fraN se retiró y entré yo empieza la primera "seguridad" y asi sucede el proceso del que te hablaba recién.
-Suena un poco oscura tu taréa y la experiencia de retirarse...
-Puede sonar un poco oscura, una labor propia de ombliguista y quizás algo de eso haya, pero no
creo que sea algo por lo que no pase mucha gente, sino todo el mundo. Simplemente nosotros hemos encontrado esta forma de funcionar.
La charla sigue un rato más...pero ya perdí el interés. Siento que no logré entrar. Nunca
encontré la forma de sacarlo del discurso prefabricado, estudiado casi de memoria que repite y ha repetido siempre. Terminamos el cafe, pago, nos saludamos y nos vamos. Él se aleja fumándose un cigarillo y yo me quedo unos segundos pensando que esta entrevista fue en vano. Una barrera demsadiado grande nos separaba, demasiados escudos, demasiada verguenza.
Llega puntual y pide un café. Conversamos unos minutos sobre el tiempo y me pregunta si el volumen de la radio no se va a meter en mi pequeño grabador. Parece ansioso por darme esta entrevista que estoy esperando hace varios días. Mientras conversamos examina el lugar y cada tanto me mira fijo a los ojos mientras continúa hablando, son sólo unos segundos y luego vuelve a sobrevolar con la vista a la gente que toma café en el bar, que va y viene.
-¿Hace cuanto que usted...
-Por favor...podés tutearme.
-Bien...además aprovecho y reformulo.
-Las veces que quieras.
-¿Cómo te llevás con fraN?
-Bueno, nosotros somos una sola persona. Yo en este momento soy él, aunque él no esté fisicamente aquí y yo sí. Es algo muy simple: fraN duerme en este momento.
-Entonces ustedes son uno solo...yo pensaba que vos aparecías en determinados momentos...
-Sí, efectivamente es así. Yo aparezco en distintas oportunidades pero basicamente estamos unidos con un lazo que...como explicarlo...es una unión como la que tienen los hermanos gemelos pero más fuerte, creo. En ciertas ocasiones, que los dos percibimos con igual intensidad, él...ni siquiera él...los dos nos damos cuenta de que es mi turno de hacerme cargo de la situación. Simplemente yo manejo mejor esos momentos o por lo menos eso hemos convenido y nos resulta bastante cómodo.
-¿cómo es ser la "verguenza" de fraN? sin que se entienda como que a él le averguen...
-No, no..entiendo perfectamente. Basicamente es un trabajo como cualquier otro. Como te decía, hay situaciones en las cuales es dificil manejar....
La verguenza de fraN hace una pausa y se queda mirando un punto invisible...mientras saca uno de sus cigarrillos. Uno de los tantos que fumaría durante la entrevista y continúa...
-Todo se reduce a una ecuación muy simple: fraN puede hacerse cargo del ridículo buscado.
Es...a ver...como que...tiene la capacidad, o por lo menos él lo cree así, de ponerse facilmente en ridículo. Pero como le pasa a algunas personas, muchas veces jugando ese papel sigue manteniendo el control
de la situación. Y sino es así, utiliza ese recurso para hacerlo. Es un ejercicio complejo y difícil que muchas veces no sale bien. Una especie de táctica o estrategia. En algunos casos funciona bien...y en otros (risas)
-Y ahí entrás vos.
-Claro. Cuando la situación se sobrecarga, se satura, o fraN se da cuenta de que no están dadas
las condiciones, que no existe el contráto implícito de que "alguien está haciendo el ridículo", el se retráe y entro yo. Basicamente mi rol se reduce a estar ahi y a mantenerme inflexible en esa situación. Yo soy el que decide que cambios hay que introducir o cual será la alternativa a seguir.
Llega el café y me da la sensación de que la verguenza de fraN me está diciendo todo lo que yo sabía que iba a escuchar pero que no estoy encontrando nada nuevo. Como si se mantuviera cerrado el cofre en donde están las arterias que espero transitar.
-Bien...
-Si...es como te digo. Así funcionamos.
-Me interesaría saber qué sentís vos en esas situaciones, desde qué lugar buscás las alternativas, qué te guían a la hora de...
-En realidad con fraN venimos trabajando hace muchos años. Yo basicamente tomo las decisiones que podría tomar él, pero reconoce que no puede estar controlando absolutamente todo, por que eso produce un desgaste importante, sobre todo a la hora de manipular este tipo de conflictos.
Para ponerte un ejemplo, es como un payaso: si tiene puesta su nariz roja hay una especie de
pacto con el que ríe y el que hace reir. El payaso puede ser gracioso o no. En general la gente
cada vez más esta obviando el detalle de la nariz y toma a esa persona como una entidad completa, no logra comprender el rol, el mensaje. Si el chiste el malo, ese payaso es un idiota y por ende esa persona lo és. Y asi resumen todo, simplificándolo hasta la idiotez. Algo que,
paradójicamente, para el payaso en general, es bastante simple de entender, porque justamente
trabaja sobre el ridículo: la abolición de la verguenza.
Yo...más bien nosotros, no estamos a esa altura. Hacemos el ridículo sin nariz pero no nos gusta
hacer el ridículo cuando no estamos haciendo el ridículo. El otro, el espectador, el receptor casual juzga y el juicio negativo debilita. El payaso maneja eso con más o menos soltura,
nosotros llegamos a la conclusión de que necesitabamos a alguien más para hacerse cargo de ese
aspecto.
-¿Y vos de qué estás hecho?
-Es dificil hablar de uno mismo. Yo creo que basicamente soy el que analizo. Cuando llega el
comentario, la mirada que desnuda, o como mínimo el "presentimiendo de que..." se crea un embrión de caos, de agujero negro. Frente a esa situación hay que desenvolver estrategias que van desde la negación, la autocompasión, o la aceptación. Aunque esta última también es compleja ya que tiene que ir, indefectiblemente, acompañada de un proceso, de un cierto desarrollo que es del que me encargo yo. Tiene distintas formas, momentos y está en constante evolución. Obviamente después hay un intercambio fluido con fraN en el cual volvemos a evaluar la situación en su complejidad y totalidad asi como los resultados obtenidos, etc. para poder complementar los recursos y mantener cierta operatividad cada vez más efectiva.
Para volver a tu pregunta, de la que me desvié un poco...
-No está bien...no hay problema.
-...te puedo decir que estoy hecho de seguridades. Justamente la inseguridad de la verguenza, de mi condición, viene de la seguridad del fracaso, del ridículo no buscado y efectivamente logrado. En el momento en que fraN se retiró y entré yo empieza la primera "seguridad" y asi sucede el proceso del que te hablaba recién.
-Suena un poco oscura tu taréa y la experiencia de retirarse...
-Puede sonar un poco oscura, una labor propia de ombliguista y quizás algo de eso haya, pero no
creo que sea algo por lo que no pase mucha gente, sino todo el mundo. Simplemente nosotros hemos encontrado esta forma de funcionar.
La charla sigue un rato más...pero ya perdí el interés. Siento que no logré entrar. Nunca
encontré la forma de sacarlo del discurso prefabricado, estudiado casi de memoria que repite y ha repetido siempre. Terminamos el cafe, pago, nos saludamos y nos vamos. Él se aleja fumándose un cigarillo y yo me quedo unos segundos pensando que esta entrevista fue en vano. Una barrera demsadiado grande nos separaba, demasiados escudos, demasiada verguenza.
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